Muy interesante lo que publica Juan Pablo Becerra-Acosta, analista especialista en temas de seguridad. Becerra-Acosta habla del comando denominado El Grupo, que hace una década se formó con el patrocinio de los empresarios de Nuevo León. Este grupo tenía como objetivo cazar a los secuestradores, empezando por investigarlos para con la información recabada ponerlos en jaque: El Grupo iba localizando domicilios donde los secuestradores pernoctaban (casas de madres, esposas, hijos, novias, amantes, familiares, amigos, cómplices), lo cual los volvía vulnerables, en dos vías: primero, era posible seguirlos hasta sus casas de seguridad y resultaba factible diseñar operativos para rescatar secuestrados; y dos, la gente más querida de los plagiarios quedaba expuesta y podía convertirse en moneda de cambio.
Los empresarios de Nuevo León en el 2006 se vieron en la necesidad de formar El Grupo ante la ineficacia de los servicios de Seguridad Pública, y ante los nulos resultados de las estrategias en contra del secuestro. Relata Juan Pablo Becerra-Acosta que después de que El Grupo detuviera y abatiera a algunos secuestradores, los índices se fueron para abajo, por lo que el autor del artículo dice que “Secuestros cero” es una meta alcanzable.
Por supuesto El Grupo no estaba coordinado con ninguna autoridad, su labor era autónoma, bajo las órdenes de los empresarios que les pagaban. Concluye el analista: «Diez años después, lo que tienen que entender los gobernadores y el Presidente es que, si no atrapan a todos los secuestradores, y si no desmantelan todas sus pandillas, entonces hay ciudadanos resueltos a revivir, ampliar y sofisticar la experiencia de El Grupo».
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