«Lo cierto es que estaba echada a perder, esa corporación», dijo López Obrador de la Policía Federal y nuevamente el presidente de México barre parejo. En su forma de entender las cosas, el presidente López Obrador tiende a generalizar los vicios de un grupo, ya sea empresarios, organizaciones no gubernamentales, críticos y periodistas. Para López Obrador no hay medias tintas, por ello determina que la Policía Federal ya estaba echada a perder y con ello sepulta los esfuerzos de miles de policías federales que se apartaron del soborno, que se enfrentaron a los delincuentes, que se dispusieron a cumplir con su deber.
Por supuesto, tampoco se trata de cerrar los ojos y decir que la Policía Federal no tenía corrupción. Claro que la había, de otra manera no se entendería cómo algunas carreteras siguen siendo vía del tráfico de droga.
Pero de ahí a decir que la Policía Federal estaba echada a perder, pues eso que lo diga Vicente Fox o Felipe Calderón, que ya son expresidentes y que pueden soltar los disparates que se les ocurran. Si la PF está echada a perder, y tiene los datos que lo corroboran, pues que la desaparezca. Pero si está echada a perder y piensa mantenerla, sólo conseguirá que los tomates podridos contaminen a los tomates sanos.
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