Mientras Coatzacoalcos amanecía hecha un caos debido las inconformidades de los trabajadores del ayuntamiento, éstos impedían la entrada y salida a la ciudad. En la capital del estado no cantaban mal las rancheras. Por un lado los maestros de dos sindicatos protestan por su falta de pagos afuera de las instalaciones de la SEV, en el centro de la ciudad, el gobierno de Cuitláhuac García sacaba a relucir su falta de tacto político y amedrentaba con granaderos y grúas para mandar un mensaje a los taxistas de que se abstuvieran o sufrirían las consecuencias.
Sin embargo, eso no era de importancia para el gobernador veracruzano, el Ejecutivo local se encontraba luchando contra la lluvia, auxiliándose solamente de una bolsa de plástico en la Ciudad de México. ¡Total!, el changarro era atendido por el segundo a bordo, nos referimos al secretario de Gobierno, Éric Cisneros.
Lo cierto es que, aunque no esté en persona el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en el estado de Veracruz los veracruzanos sienten un verdadero vacío de poder. Tan sólo esta semana que pasó hubo más de 15 asesinatos a lo largo del estado. Ojalá y que el presidente entre en razón y deje de alcahuetear a su pupilo y se ponga a exigirle resultados.
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