La iniciativa del Festival del Pambazo es de la antropóloga Raquel Torres, una de las mujeres veracruzanas que más ha defendido y promovido nuestra gastronomía. Ella arguye que uno de los platillos típicos de Xalapa es el pambazo. Esto no quiere decir que el origen de esa pieza de pan esté en Xalapa. Más bien refiere que el pambazo, como se prepara ahora, con frijoles, chorizo o jamón y queso, es una tradición de Xalapa. Quizá porque lo traemos en nuestra memoria gastronómica, miles de xalapeños acudimos a comer pambazos al barrio de Xallitic, donde encontramos este bocadillo preparado de las más diversas formas.
Encontramos los clásicos de frijoles con chorizo, con jamón y queso, de carne polaca, de cochinita pibil. Pero también encontramos los pambazos de nata de la maestra Dalia, representante de la Quinta de las Rosas, o el innovador pambazo con un chile relleno, cuyo premio se lo llevó Cecy Vargas de Sabor de lo nuestro Chiltanka, quien además llevó a la venta las deliciosas salsas, sus tamales de dulce y rancheros o el riquísimo mole.
Se vendieron miles de pambazos en estos tres días de festival. Si alguien hubiera llevado la cuenta, seguro se rompe un Récord Guinness. Esperemos que este festival se haga una tradición en la capital veracruzana, para lo cual los organizadores tendrán que mejorar la organización, porque esta vez se vieron rebasados por la afluencia de xalapeños.
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