Rafael Castillo Sugasti es una de esas lacras que salieron del PRI y que encontraron alojo en el gobierno de la Cuarta Transformación. Al amparo de Eric Cisneros, el señor se dedicó a dar patadas en el trasero a los trabajadores de la secretaría de Gobierno que les estorbaban y que debían despedir. El tipo se sentía periodista, ya sabe usted que en Veracruz ya cualquier pendejo es columnista. Escribía la columna Red Room, la cual nadie extraña.
Pues este sujeto fue exhibido por la señora Janeth Cuevas, futura madre de su hijo, al que este sujeto no quiere reconocer. Dice la señora Janeth que esta lumbrera de la Cuarta Transformación la sacó de trabajar con la promesa de que con él estaría bien. Se gastó la lana de sus tarjetas de crédito, no le ha pasado dinero para los gastos del parto y para colmo no quiere reconocer a su propio hijo. Janeth Cuevas muy valiente se apostó en la Plaza Lerdo para hacer su denuncia pues el sujeto se atrevió a amenazarla de muerte, y de morir ella, moriría también su hijo.
Lo sostenemos, habiendo tanto militante de Morena con honestidad comprobada, ¿para qué se fueron a buscar a estas lacras expriistas? Lo peor de todo esto sería que el gobierno no hiciera caso a los reclamos de la mujer y permitieran que este tipo se saliera con la suya. ¿Dónde está el Instituto Veracruzano de la Mujer? ¿Dónde está Namiko Matzumoto y su Comisión de Derechos Humanos?
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