Si las cuatro investigaciones que se están llevando a cabo en la Conade no tienen un final feliz, en el corto tiempo que lleva al frente la velocista sonorense Ana Gabriela Guevara, tenga la seguridad que será un duro golpe contra Andrés Manuel López Obrador. Ese es el resultado por andar cargando a cuestas a funcionarios al vapor, gente inexperta, que sólo ven el puesto como una forma de enriquecerse. De entrada, se sabe que la titular de la Conade llegó con la moruna desenvainada, quitando a los encargados de las adjudicaciones y licitaciones, para que ella se pudiera mover a sus anchas.
Las inconformidades salieron a la luz cuando varios atletas de alto rendimiento manifestaron su inconformidad por el recorte de su beca, mientras los nuevos funcionarios eran contratados con altos sueldos. Sin vaticinar, se da por hecho que la velocista pronto será expulsada del paraíso de la 4T. Y es que, como dicen muchos priistas, hay que ser cochinos pero no tan trompudos.
Era de todos conocido que el sueño de Guevara era llegar a ser gobernadora de su patria chica, Sonora. Y es que, en su pobre manera de pensar, quiso agenciar recursos para su posible campaña, sueño que ya no verá cumplido. Y todo por haber quedado mal al de Macuspana, Tabasco, pero sobre todo, al respetable pueblo de México.
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