Mucho impacto causó la revelación que desde Libertad bajo Palabra se hiciera sobre el método de investigación que la contralora Leslie Garibo utilizó para dictaminar que Cuitláhuac García Jiménez y Eleazar Guerrero Pérez no eran parientes consanguíneos, pues los sujetos de investigación no compartían los mimos apellidos. Algunos acuciosos lectores nos comentan que bajo esa lógica todos los apellidados García o Jiménez podrían ser parientes de Cuitláhuac García.
Incluso uno de ellos dice que pedirá a la superdotada contralora que investigue si Naasón Merari Joaquín García, el líder espiritual de la secta La Luz del Mundo, es pariente del gobernador de Veracruz, con eso de que los dos se apellidan García, pues existe la posibilidad de que por sus venas corra la misma sangre.
Para muchos resultó ridículo que Leslie Garibo dijera que realizó una investigación para determinar si había o no lazos familiares entre Cuitláhuac García y su primo Eleazar Guerrero, pues a ojos vistas está claro que no investigó nada. A otros les pareció una actitud cínica por parte de la contralora el repetir las palabras del presidente López Obrador: «Porque tengo que regirme bajo los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo». Tanto descaro sólo es comparable con tanto maquillaje en su cara.
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