Mussio Cárdenas Arellano /
* Caso Marcos Miranda exhibe a Patrocinio * Un enviado transmitió el ultimátum, dice la esposa * Y Marmiko acusa al gobierno * Habemus contralora tapadera * Kike Navarro, dueño del Congreso * ¿Qué le dio Jim Hernández a la diputada? * Acusado de extorsión, ligado a un zeta * Adiós a monseñor Phillips * Pintos y el bolero zangoloteando la Combi
Muy picudo, Eric Cisneros usa la ley y viola la ley, añadiendo funciones insólitas a la Secretaría de Gobierno, que amenaza y asedia, aplica levantón al periodista Marcos Miranda Cogco, le dan su calentón y arman un montaje de rescate versión 4T.
Unas horas anduvo entre la vida y la muerte Marmiko, apelativo del columnista, hasta que su esposa, doña María del Pilar Gasca, sucumbió a la angustia, describiendo la zozobra, palabras que intimidan y los entretelones del poder, revelando la amenaza que llegó y detonó en el seno familiar.
Y tocó el nombre que puso hirió a Morena, sacudió al gobernador Cuitláhuac García y cimbró a la estructura de poder: Eric Patrocinio Cisneros Burgos.
“Este señor Patrocinio —acusó doña María del Pilar— le había mandado (a Marcos) una persona a decirle que por favor hablara bien de él, si no, no habría ‘chayo’ o que ya sabía lo que le podía pasar”.
¡O que ya sabía lo que le podía pasar!, le expresó de tajo.
Y le pasó.
Eso, lanzado desde el poder, es amenaza.
Y en cuanto se ejecuta, es represión.
Y la amenaza provenía del número dos en el gobierno de Veracruz, un sátrapa de maneras burdas y trato rupestre, vulgaridad a flor de piel, ínfimo en la estirpe política por analfabeta social, que de los arenales de Baja California Sur y los pantanos del sur trepó hasta la Secretaría de Gobierno para abusar del poder.
Acusado, señalado, Patrocinio Cisneros es la pieza clave del levantón al periodista Marcos Miranda Cogco por lo que entre llanto y reclamo, detonó la esposa del comunicador, director del portal Noticias al Momento.
A eso de las 7:40 de la mañana, el miércoles 12 de junio, Marmiko conducía su automóvil en que llevaba a su hija al colegio. Otro vehículo le cerró el paso, fue sacado del auto y lo levantaron.
Horas después, cuestionada por reporteros, María del Pilar Gasca implicaría al secretario de Gobierno en la amenaza, advirtiendo un acto de represión.
Hará un mes, un enviado de Patrocinio Cisneros abordó a Marmiko: que hable bien del secretario de Gobierno, lo conminó; si no, no hay “chayote”, “o que ya sabía lo que le podía pasar”.
Descompuso así la esposa de Marmiko la coartada que apuntaba al ex gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, blanco de las críticas de Miranda Cogco, antes, durante y después de su paso por el gobierno de Veracruz.
Marmiko solía presumir fotografías junto a Javier Duarte. Nunca negada, su relación se mantuvo firme con el autor del mayor atraco a las finanzas de Veracruz, pese a las denuncias, el juicio y ser condenado a nueve años de prisión.
E incisivo, Marcos Miranda embestía a Yunes y al fiscal Jorge Winckler Ortiz, propiciando condiciones para su inmolación. Si algo le ocurría, sabrían a quién culpar. Pero de tanto insistir, se desgastó. Y Cuitláhuac García no le respondió.
Horas antes del levantón, Marmiko varió el ataque. “Cuitláhuac, peor que Yunes y Duarte”, escribió.
Levantado la mañana del miércoles 12, la sospecha apuntaba a Yunes como autor intelectual y daría a la pandilla de Cuitláhuac García margen para endilgarle el secuestro y en caso extremo, la muerte de Marmiko. Pero la esposa habló.
Una vez perpetrado el levantón, Yunes fue vapuleado en redes sociales, acusado de asediar a Marcos Miranda, de retirarle la protección policíaca que le había asignado Javier Duarte, de mantenerlo en la zozobra de sufrir un acto de represión. Así mientras no hablaba doña Pilar.
Una vez que la esposa reclamó, exhibió la amenaza de Patrocinio y la complicidad del gobernador.
“Que haga su trabajo —dijo de Cuitláhuac—. Que deje de hacerse güey y que se ponga a trabajar. Que se ponga los pantalones. Que encuentre a mi marido. Que no siga desintegrando familias”.
Cuitláhuac replicó: “No somos perversos. Seguiremos respetando la libertad de expresión. Exigiremos se inicie una investigación contra quien amenaza periodistas. Se acabaron las eras de ‘tolerar’ grupos delictivos y secuestradores; como en Minatitlán, iremos por todos ellos a pesar del FGE (fiscal general del estado)”.
Pues el que amenaza periodistas es su secretario de Gobierno.
Un mes atrás, el 13 de mayo las amenazas contra la prensa brotaban del torcido cerebro de Patrocinio. “Aquí va a haber un parteaguas y también va para todos los compañeros que son periodistas, va para todos los veracruzanos… con esto que está pasando en Veracruz, aquí vamos a saber quién está de lado de los veracruzanos y quién quiere ser cómplice de un pequeño grupo… porque hay algunos compañeros que defienden lo indefendible, aquí vamos a ver quién realmente quiere estar de lado de la justicia”.
Y agregaba: “Los que hoy defienden al Fiscal (evidenciarán) si estás con el crimen organizado o en beneficio de todos los veracruzanos”.
Y la amenaza de Patrocinio se cumplió en Marmiko.
Hacia la medianoche del 12 de junio, Cuitláhuac García intentó atenuar el daño. Lanzó un mensaje vía la red social Twitter anunciando el rescate de Marmiko. Ardiéndole las manos, pretendió desactivar la sospecha. Pero Marmiko no aparecía aún.
Tras su misterioso rescate —un enfrentamiento entre sus captores y elementos de policía estatal—, eso de la 1:20 del jueves 13, Marcos Miranda apareció horas después con collarín y agobiado. Aseguró haber sido maltratado por uno de los plagiarios, asestándole impactos en la oreja, golpes en la cabeza, patadas en diferentes partes.
Poco después, soltó su versión. Según le dijeron los captores “eso te pasó por chismoso”. Luego repusieron: se trató de una confusión. No le permitían dormir, pero sí le suministraron sus medicamentos para la diabetes. Le colocaron pedazos de servilletas en los oídos. Amagaban con mutilarlo. Fue fotografiado desnudo y amenazaron con difundir las imágenes si actuaba contra ellos. Después de la una de la mañana, decidieron trasladarlo de una casa de seguridad a otra.
En el trayecto, cerca de Villarín, población cercana a Veracruz, los sorprendió una patrulla de policía. Despertó sospecha que se internaran en un camino de terracería y al marcarles un alto, se generó una balacera. Marmiko viajaba en un auto marca March y sus captores eran tres individuos.
Según el fiscal Jorge Winckler, ni en el auto March ni en la patrulla de policía había impactos de bala. Se hallaron casquillos. Los plagiarios huyeron. Y Seguridad Pública no los pudo cercar.
Horas después, Marmiko expresó su sospecha contra el gobierno de Veracruz.
“He sido un duro crítico de la administración morenista, de Cuitláhuac (García Jiménez), he sido crítico de las acciones de la Secretaría de Seguridad Pública (estatal) y las mantengo con razonamiento y fundamentadas, y aunque no me dijeron quién me lo hacía, yo sospecho que pueda venir del gobierno”.
Y el lunes 17 difundió un video en el que demandó ayuda para salir con su familia de Veracruz.
Sus aliados naturales se volvían enemigos. Lo abandonó el duartismo. Lo ignoró Cuitláhuac. Lo amenazó Eric Patrocinio Cisneros.
Abusivo con la pluma, Marmiko ha sabido ganarse el repudio social. Insolente, refirió tras el levantón y muerte de la joven Columba Campillo, en Boca del Río, que si las mataban era por andar de “putitas”. Y así trata a las jóvenes desaparecidas, provocando la ira de los colectivos.
Solía rematar sus escritos con una sentencia burlona: “Y les deseo lo triple de lo que me deseen”.
Pero Eric Cisneros no le deseó, le envió el mensaje. “Que hablara bien de él, si no, no habría ‘chayo’ o que ya sabía lo que le podía pasar”, reveló doña Pilar, su esposa.
Y que le aplican el levantón.
Rufiancillo en ciernes, Patrocinio le añade funciones a la Secretaría de Gobierno: la amenaza, el asedio, el levantón, el montaje de rescate y si amerita, el final trágico.
De lujo, la escoria de la 4T.
Archivo muerto
Contralora tapadera, Leslie Garibo no halla nepotismo alguno en Cuitláhuac García, su patrón. Finge no saber lo que dice la ley. Que no son familiares el gobernador de Veracruz y el subsecretario de Finanzas, según Leslie, porque no se apellidan igual. ¿Sabrá lo que dice la ley o lo sabe y le vale? Cuitláhuac y Eleazar son hijos de Atanasio García Durán y Julio Guerrero Durán, primos en primer grado; el gobernador y su subsecretario son primos en segundo grado, pero primos al fin. Hay nepotismo, según la ley, cuando se favorece a un familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad. Ningún funcionario puede favorecer a padres, abuelos, hijos, nietos, hermanos, cuñados y concuños, tíos, tíos políticos, sobrinos y sobrinos políticos. Contralora tapadera, Leslie Mónica Garibo Puga evidencia para qué la tiene ahí Cuitláhuac: para solapar, callar, justificar y encubrir. Pronto enfrentará la ley que finge desconocer… Libre de Paty Peña, su ex, “El Tortas” siente, palpa y ejerce el poder. 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Hay algo que Tania Cruz no sabe y si lo sabe, se lo oculta al secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Escobar García, y al mismo gobernador Cuitláhuac García: el pasado extorsionador de Jim y su amigo zeta. Denunciado por el abogado Sergio Sánchez Peña, Jim Hernández fue señalado de robo, lesiones, amenazas y extorsión, el 19 diciembre de 2008, por hechos suscitados en el bar Dalí. Arribaron Jim Hernández y Carlos Alberto Carrasco Serrano, lanzando amenazas contra un grupo de clientes y enfocando la agresión hacia Sergio Sánchez Peña por negarse a la extorsión. Según consta en la denuncia y su ratificación ante el agente tercero del Ministerio Público, Daniel Cabrera Morales, ambos intentaron extorsionarlo con 500 mil pesos y al negarse, lo amenazaron haciéndole saber que actuarían contra su familia. Hoy, Jim Hernández es la propuesta de Tania Cruz para la dirección del Cobaev de Villa Allende, congregación de Coatzacoalcos. 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Piadoso como pocos, entregada su vida a la predicación, el amor al prójimo, el fomento de la oración, la administración de los sacramentos, Monseñor Phillips finalmente acude a su encuentro con Dios… ¿Quién es ese contador, sorprendido en el interior de una Combi, hará 40 años, a fines de los 70’s, con un lustrador de zapatos, cerca de lo que hoy es el Oxxo del Paseo Miguel Alemán? Tras aquel incidente, y tras saberlo Toño Nad, hubo infierno en Coatzacoalcos. Y adiós matrimonio por el engaño a una agraciada joven de sociedad. Una pista: se apellida Pintos y reside en Xalapa…