Fría, calculadora, ambiciosa, así describen los que conocen a Soralla Bañuelos, actual dirigente de la sección 34 del SNTE en Zacatecas. No es maestra y es dirigente de maestros; en distintos momentos se le ha escuchado decir: yo voy a ser la próxima Elba Esther Gordillo, sin embargo, en la primera oportunidad que tuvo, clavó el puñal de la traición contra la mujer que le dio las herramientas para crecer políticamente.
Cuando fue apoderada legal del SNTE, testificó en contra de la lideresa para escalar políticamente y para que su tío, el malogrado Juan Díaz de la Torre, llegara al frente del sindicato. Por esa razón, después de que su tío Juan Díaz dela Torre saliera por la puerta de atrás, Alfonso Cepeda Salas la cobijó y le dio las facilidades para empoderarse en la Sección 34 del sindicato, muy a pesar de las bien fundadas inconformidades de los delegados zacatecanos.
Con la salida y exculpación de la cárcel de la maestra Gordillo, los sueños tropicales y febriles de esta mujer caen estrepitosamente por los suelos. Soralla Bañuelos vendrá a formar parte de aquellos personajes que creyeron que podrían salirse con la suya. Hoy la suerte no le sonríe a los traidores, soplan los vientos nuevos de la Cuarta Transformación y estos no soplan a favor de Alfonso Cepeda y de Soralla Bañuelos, el rostro de la traición.
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