No obstante, el olfato político y la visión de la experimentada líder magisterial le permitieron ver más allá que sus contrincantes. Hábilmente movió sus piezas, apostando su resto al candidato morenista. Eficientemente, el día de la elección presidencial organizó la defensa de las casillas de Morena, mediante grupo de enérgicos operadores políticos identificados como Redes Sociales Progresistas. Mientras, Alfonso Cepeda secaba el llanto de Juan Díaz de la Torre, quien no podría llegar al Congreso.
Hoy los bonos de la Maestra Gordillo se han elevado, no hay ninguna denuncia en su contra y como el Ave Fénix pudo resurgir de las cenizas del oprobio, y en estos momentos su honorabilidad está intacta, mientras la de los traidores que le dieron la espalda ha quedado en tela de juicio. Hoy la maestra va por la dirigencia del sindicato más poderoso de América Latina, esa es su cita con la historia y, por lo tanto, cobrará las facturas pendientes, incluida la que quedó a deber la Sección 32 del SNTE en Veracruz.