Por lo mismo, el periodista debe aclarar sus dichos o sostener su verdad. ¿Hubo o no hubo un enfrentamiento entre policías y secuestradores? ¿Balacearon o no balacearon el auto en el que lo transportaban? ¿Está consciente de la hora en que se dio su presunto rescate? Esas preguntas surgen después del levantamiento ministerial en el que se advirtió que el auto, a pesar de las ventanillas rotas, no tenía impactos de bala.
Las fotografías que las autoridades ocuparon para destacar el rescate dan testimonio de ello. Tampoco la patrulla SP-3367 en la que viajaban los policías que lo rescataron tenía impactos de bala. Todavía más, el gobernador del estado tuiteó a las 01:31 horas que el periodista había sido recatado, cuando los policías a las 01:50 horas apenas estaban pidiendo apoyo. ¿Por qué esas inconsistencias? ¿Acaso se montó un rescate y hasta eso les salió mal?