Caso Marmico, muchas balas y pocas verdades; ¿montaron un rescate y hasta eso les salió mal?

Auto donde supuestamente se rescató al periodista Marcos Miranda Cogco, Marmiko FOTO: COMSOCIALVER

Las mentiras son como los muertos que se arrojan al río, tarde o temprano salen a flote. En el caso del secuestro Marcos Miranda Cogco, el periodista se dio cuenta que el gremio se puso de su lado, ello a pesar de que durante los tiempos de Javier Duarte él le dio la espalda a la verdad; tratando de defender lo indefendible Miranda Cogco se aferró a su postura de que a las «jóvenes las matan y las violan por putitas». Pero eso no importó cuando de defender su integridad y al derecho que tiene de ejercer la libertad de expresión se trataba. En ese caso Marcos Miranda Cogco tiene una deuda con la verdad; una deuda con el gremio periodístico.

Por lo mismo, el periodista debe aclarar sus dichos o sostener su verdad. ¿Hubo o no hubo un enfrentamiento entre policías y secuestradores? ¿Balacearon o no balacearon el auto en el que lo transportaban? ¿Está consciente de la hora en que se dio su presunto rescate? Esas preguntas surgen después del levantamiento ministerial en el que se advirtió que el auto, a pesar de las ventanillas rotas, no tenía impactos de bala.

Las fotografías que las autoridades ocuparon para destacar el rescate dan testimonio de ello. Tampoco la patrulla SP-3367 en la que viajaban los policías que lo rescataron tenía impactos de bala. Todavía más, el gobernador del estado tuiteó a las 01:31 horas que el periodista había sido recatado, cuando los policías a las 01:50 horas apenas estaban pidiendo apoyo. ¿Por qué esas inconsistencias? ¿Acaso se montó un rescate y hasta eso les salió mal?

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