Tenga la seguridad que este caso ya rebaso el ámbito local y que levantará humo el día de mañana en la conferencia mañanera del presidente. Y es que no es la primera vez que el secretario de gobierno de Veracruz se mete en problemas por abrir la boca de más. Se acuerda usted cuando habló de más sobre religión y se metió de lleno con la iglesia Católica, que hasta tuvo que recular y pedir disculpas.
Pues hace poco señalaba, o daba a entender, que aquellos periodistas que no estuvieron lanzando loas y porras al gobierno, pues que se atuvieran las consecuencias. Hoy esas palabras le queman la frente. No estamos diciendo que él sea el autor intelectual del levantamiento del periodista, sin embargo, que Éric Cisneros no olvide el dicho de que el pez por la boca muere. Por lo pronto, esta situación vuelve a colocar al secretario de Gobierno en la palestra de la guillotina.