La experimentada maestra reconoce que hay que dar paso a nuevas generaciones, crear espacios para que en verdad exista un relevo generacional. Por eso, en todo el país se está dando un fenómeno, donde convergen maestros nuevos con maestros que tienen años laborando. El objetivo que los une es la anhelada democracia sindical. La maestra sabe leer e interpretar los nuevos tiempos y acontecimientos que ocurren en nuestro país. Reconoce que es necesario mantenerse unidos, sin embargo, también reconoce que, en una democracia viva, es necesario contar con liderazgos fuertes que traigan una propuesta crítica y reflexiva.
Quitar y hacer a un lado a la dirigencia que se vendió al anterior Gobierno Federal no es una tarea fácil, la añeja estructura conservadora de incondicionales no quieren dejar sus cotos de poder, a pesar de que éstos descansan en la ilegalidad. No obstante, la líder de maestros reconoce que los vientos de la Cuarta Transformación que impulsa el presidente de México, sólo podrán establecerse sólidamente con la decidida participación de los maestros.
Aunque sus detractores lo nieguen, cuando la maestra Elba Esther Gordillo no estuvo al frente del Sindicato, éste dejó de representar los intereses del magisterio y de la mano con sus secciones estatales, representaron un triste papel ante la defensa de los derechos laborales. Los maestros fueron vejados por los medios de comunicación y por los empresarios afines al Gobierno Federal. Sin embargo, la diferencia fue sustancial; mientras ella estuvo frente al SNTE, nadie se metía con los maestros. Por esa razón, la instrucción y exhorto de quien tiene el verdadero liderazgo y los arrestos fue precisa a los nuevos cuadros: «¡Vamos con todo!».
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