El presidente se enteró por ella misma y López Obrador le pidió que renunciara, y ella renunció. Pero las verdaderas razones de la renuncia de Josefa no fue el retraso del vuelo, López Obrador le ha perdonada peores cosas a otros funcionarios y gobernadores. Josefa González-Blanco, ha trascendido, estaba hasta la madre de los muchos despidos y de los recortes al presupuesto de la Semarnat.
Usted debe recordar que recientemente nos enteramos de que se recortó el presupuesto al programa de combate a los incendios, en una época en que los incendios se han intensificado. Pero no sólo eso, en los seis meses que lleva la presente administración federal se ha despedido a 16 mil 630 trabajadores, según informe de El Universal. De modo que Josefa nada más estaba esperando la gota que derramara el vaso para, igual que Germán Martínez, dejarle tirada la oficina a López Obrador para que pusiera a cualquier pelele. ¿Y quién levantó la mano? El pelele de Manuel Velasco.