AMLO, «o todos hijos o todos entenados»; así como pidió renuncia de Josefa en Semarnat, que la pida a nepotistas, influyentistas, corruptos e incapaces

Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER

Andrés Manuel López Obrador sin darse cuenta se metió en un gran aprieto. Según versiones del propio presidente de México, cuando Josefa González-Blanco le relató el incidente del retraso de un vuelo por su culpa, él mismo le pidió que entregara su renuncia. AMLO aplicó en este caso la máxima bíblica que dice: «El que es fiel en lo mínimo es fiel en lo mucho, y el que es infiel en lo mínimo es infiel en lo mucho». Si Josefa es capaz de influir en el capitán de un avión para que retrase un vuelo, sería capaz de cosas “peores”. Sin embargo, se espera que, en adelante, cuando se den casos claros de nepotismo, influyentismo, corrupción, ineficacia, negligencia, mentira, traición u otros pecados políticos o administrativos, el presidente mida a todos sus funcionarios con la misma vara.

No se vale que a unos los trate con firmeza y rudeza innecesaria, pero a otros los trate como si de hijos discapacitados se tratara. En Veracruz, por ejemplo, varios reportajes y notas informativas han comprobado la corrupción que impera en el gobierno de Cuitláhuac García. El primo de Cuitláhuac está insertado en el gobierno manejando los recursos, operando los moches; se ha comprobado que en Salud se hicieron contratos con adjudicación directa a las empresas vinculadas con Carlos Lomelí, superdelegado de Jalisco; se ha comprobado con datos que no han sido desmentidos, de la corrupción que impera en el Cobaev.

Se han comprobado muchas cosas, pero aquí no pasa nada. Aquí López Obrador, de manera incongruente, viene y le da una sobada en la espalda a su hijo discapacitado, pregonando que podrá ser todo lo incapaz posible, pero que al menos es honesto.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario