Para tristeza de la familia, el padre de aquel exitoso bebé padecía de una enfermedad crónica en los riñones por lo cual precisaba de un trasplante. Sin embargo, la familia no era capaz de costear dicho procedimiento. A partir de esta situación, la madre de Sam, Laney Griner, inició una campaña a través de las redes sociales en la que solicitaba apoyo diciendo: «Si todos los que alguna vez crearon un meme Success Kid donaran $ 1, podríamos salvar la vida de Success Dad». Con apoyo de la plataforma GoFundMe, un sitio de financiación colectiva, la familia logró obtener los fondos necesarios para el trasplante de Justin, padre de Sam.
Según los padres, Sam aún es un niño gracioso y posee la misma actitud de aquella imagen que lo hiciera famoso de pequeño. Esto es una prueba fehaciente de que no existen límites entre las distintas áreas sociales que rigen nuestra cultura. Algo tan insignificante como una simple imagen graciosa, puede ser motivo para beneficiar el aspecto más importante del ser humano, como lo es la vida misma.