Aunque a decir verdad, el magisterio mexicano ya ha sido testigo de las resultados de este dictamen que fue aprobado, primero por diputados federales y luego por la Cámara de Senadores, para pasar a los respectivos congresos de los estados. De entrada, la evaluación punitiva que obligaba a los maestros a evaluarse se ha ido al bote de la basura, no obstante, falta conocer a precisión los procesos de admisión, promoción y reconocimiento magisterial.
Esa álgida parte tendrá que desmenuzarse en las Leyes Secundarias delante de los principales actores; y esos son precisamente los maestros frente al aula. Al menos el SNTE no es problema, ya que éste ya adopto el papel de tapete, MXM le está apostando al diálogo y la CNTE a la movilización radical. Ya veremos en qué acaba este embrollo que apenas comienza.