Con una postura de dama de compañía, el SNTE dejó las negociaciones salariales en un ejercicio de simulación. Cada año los maestros reciben un incremento simbólico que es rebasado por la galopante inflación. Se buscaron métodos para premiar el estudio y capacitación magisterial mediante un programa llamado Carrera Magisterial. Sin embargo, aunque este método parecía funcionar, en manos de los líderes sindicales fue pervertido.
Resultaba descarado cómo los líderes y exquisitos miembros de los diferentes comités estatales ascendían rápidamente, y sin estar frente a grupo. El tráfico de influencias y compadrazgo se hacía sentir, como la desvergonzada venta de claves para contestar el examen. Es cierto que también hubo docentes que llegaron a niveles altos de carrera acorde a sus méritos.
No obstante, por culpa de estos oscuros personajes, la Carrera Magisterial fracasó en su tarea de elevar el nivel educativo y remunerar al magisterio de forma justa. Ahora sólo nos queda conocer detenidamente el sustituto de lo que se llamó Carrera Magisterial. Para eso, será necesario conocer el funcionamiento y el marco legal del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros.
Comentarios