Los demonios andan sueltos en el estado de Veracruz; los malandros andan empoderados, no hay quien los pare. Los veracruzanos han sido testigos de asesinatos a mansalva. Aún están frescas las muertes en una fiesta en Minatitlán cuando sale a la palestra roja ciudades como Fortín, Xalapa, Tuzamapan y Coatzacoalcos. La llegada de la Guardia Nacional al parecer no ha impactado a los grupos criminales, ya que éstos siguen haciendo de las suyas. Lo peor de esta situación es que hay ciudadanos inocentes que, sin deberla, son víctimas del llamado daño colateral.
Como ejemplo, los jóvenes asesinados en la puerta de una iglesia por unos sicarios que se conducían en una moto. Es aquí donde nos preguntamos: ¿qué están haciendo las autoridades para cuidar a los veracruzanos?, ¿qué está haciendo el gobernador del estado?, ¿qué hace su inoperante secretario de Gobierno?, ¿dónde anda el secretario de Seguridad?, ¿dónde está la Guardia Nacional?, ¿dónde están los resultados de las 168 patrullas?
Estas preguntas requieren respuesta, los veracruzanos merecen saber cuál es el proyecto que tiene el gobierno para acabar con la galopante violencia que está afectado a muchas familias veracruzanas. Señores funcionarios, si no pueden con el paquete, qué están esperando para renunciar.
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