Estrenada unos meses después de la serie Colosio que se estrenara en el 25 aniversario de la muerte del candidato priista, 1994, la nueva serie de Netflix es un intento burdo y descarado por lavar el rostro ensangrentado de Carlos Salinas de Gortari. La producción no parece de una productora independiente, los entrevistados son personajes del más alto nivel de la política en México.
Aparece el mismo Marcelo Ebrard, Agustín Basave y Federico Arreola. Pero la figura que protagoniza el documenta es Carlos Salinas de Gortari, quien da su propia versión de los hechos, quien se exculpa de muchas acusaciones, quien no es contradicho en nada. Un solo ejemplo. El 9 de marzo de 1994 el periódico El País reportaba: “El colegio Don Bosco de los sacerdotes salesianos, situado en un suburbio de San Cristóbal, acoge a la totalidad de los habitantes de la comunidad de San Antonio Los Baños.
Después de dos días de deambular por las montañas, estos 120 indios tzotziles acudieron a la iglesia a buscar refugio de los bombardeos de la aviación federal que destruyó algunas de sus casas”. Sobre los bombardeos, Salinas, en el documental, dijo que nunca los hubo: “Se dijo que se habían hecho bombardeos. Jamás ocurrió eso. En algún momento se usaron cohetes para dispersarlos, nunca hubo un bombardeo”. Por supuesto, al momento de entrevistar al Subcomandante Marcos, a nadie de la producción se le ocurrió que confirmara lo de los bombardeos; Salinas ya había dicho que no, para qué seguir indagando.
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