Éric Cisneros, el acosador de la prensa veracruzana, se siente acosado

Xalapa, Ver.- Éric Cisneros Burgos FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER

La labor de un periodista no la hace cualquiera, sobre todo en un estado donde la vida no vale nada. Se requiere de hombres y mujeres valientes que amen su profesión y con suficientes arrestos para denunciar las acciones que están fuera de la ley. En Veracruz ser periodista es tener un pie en la cárcel y otro en el panteón. El organismo que está de parapeto, como o es la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), sólo sirve para dar diplomados y dar lastima, en realidad sólo sirve como agencia de colocaciones y dar cobijo a uno que otro oportunista.

Los crímenes de periodistas críticos no han sido resueltos y desgraciadamente no serán resueltos a pesar que el Ejecutivo local empeñe su palabra. En este contexto, resultan aún más lamentable las declaraciones del segundo a bordo en contra de los periodistas, un hombre irascible de mecha corta, que ya se peleó con los representantes eclesiásticos, con diputados de su propio partido y hasta con miembros del gabinete.

Al parecer, Éric Cisneros será de los primeros que bailarán las cansadas en este gabinete y no porque varios medios lo digan, sino porque las acciones de este señor van dejando una huella de tropiezos. Lo peor de todo es que este personaje no sabe pedir disculpas ni reconoce sus errores. Si el señor fuera humilde, ya habría desmentido la metida de pata que cometió contra los periodistas.

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