Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
Sólo le faltó inmolarse en la plaza Lerdo. *** A Jorge Winckler se le agotaron los argumentos jurídicos y optó por el drama, por la victimización: “Me quieren quitar porque les estorbo en su objetivo de cumplir sus compromisos con Javier Duarte”. *** Nada dice de esa visita en la madrugada para presionar a Gilberto Aguirre Garza y obligarlo a firmar una declaración en contra de Luis Ángel Bravo. *** Se limita a repetir hasta el cansancio un fragmento de la declaración de quien fuera Director de Servicios Periciales: “Se queja de que lo torturaron poniéndole reggaeton (…) Pasará a la historia de los derechos humanos que Maluma torturó en el penal de Pacho Viejo a quien presuntamente es responsable de participar en la desaparición de restos de seres humanos”. *** Pero no aclaró ninguna de las inconsistencias señaladas por el ombudsman veracruzano. Su versión, en los términos más simples, es que él es un “adalid de la justicia” y que se está viendo sometido a la presión del Estado, que pretende otorgar impunidad a Javier Duarte y a quienes fueron sus colaboradores. *** Ni un solo documento, ni un solo testimonio. Sólo su palabra contra el expediente bien fundamentado de la Comisión de los Derechos Humanos. *** Dice Jorge Winckler que los señalamientos de tortura son “de risa”, pero no da un solo argumento para rebatirlos. ***¿Cómo explicaría que en esa conjura en su contra coincidan el Gobierno de la República, la FGR, el Gobierno de Veracruz, el Congreso local, el Poder Judicial del Estado y la Comisión de Derechos Humanos? *** Jorge Winckler ya se quedó solo. Una renuncia no amortiguaría el golpe. Su jefe Miguel Ángel Yunes Linares le ordenó aguantar “hasta las últimas consecuencias”. Pues bien, esas consecuencias están por llegar. *** Quizá él sí tenga la oportunidad de sugerir la música que quisiera escuchar en su celda.
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Marlon Ramírez lo habló claro, para que nadie tuviera dudas:
“No tenemos vínculos vergonzantes con nadie. Seremos una oposición crítica, que señale las cosas, que las acompañe con pruebas. Ante la improvisación de nuestros adversarios, ante la nula capacidad para definir una agenda pública, ante el olvido y la displicencia de lo que hoy está ocurriendo en Veracruz, el PRI será referente, para que se puedan construir agendas y acuerdos y en donde el PRI no estará más tiempo mudo”.
Esto lo dijo frente a la dirigente nacional de su partido, Claudia Ruiz Massieu, a la que horas antes el diputado federal veracruzano Héctor Yunes Landa, acusó de permanecer callada frente a las fallas de quienes hoy dirigen el país:
“Su silencio, señora Presidenta, frente a las pifias del gobierno de la transformación de cuarta, tiene un tufito de complicidad. Estamos perdiendo una oportunidad histórica para reposicionarnos. Si no puede usted con la tarea de opositora que le corresponde, respetuosamente, le sugiero ya no hacer efectiva la solicitud de licencia al cargo de Senadora de la República que recientemente anunció y mejor renuncie al cargo de presidenta nacional de nuestro partido”.
Por eso Héctor Yunes no estuvo presente en la toma de protesta de la nueva dirigencia estatal del PRI, la primera definida a través de una consulta a la base. Tampoco estuvo José Yunes Zorrilla, quien fuera el abanderado del PRI a la gubernatura en el 2018.
“El PRI en Veracruz se desa-yunó”, era la expresión de los priistas en este evento que marca el relanzamiento de esta organización política, a partir del rescate de la democracia interna y de la consolidación de la unidad de sus liderazgos.
Y no quiere decir que Pepe y Héctor hayan roto con la dirigencia de su partido. Los dos se entrevistaron en los días previos con Marlon Ramírez y le externaron su total respaldo y el reconocimiento de su triunfo. Ambos decidieron, por diferentes razones, marcar una sana distancia para enviar el mensaje de que en Veracruz el liderazgo del PRI lo tiene Marlon Ramírez y ellos se asumen como dos militantes más que habrán de aportar su capital político por el fortalecimiento de su partido.
Luego de rendir protesta, en su mensaje a los priistas, Marlon Ramírez retomó la parte central de su discurso de campaña: “Se acabó el tiempo del ¡aguanta!, el tiempo del ¡espera!, ese tiempo quedó atrás, ya pasó, porque eso fue lo que los llevó a perder la Presidencia de la República, eso nos llevó al borde la extinción”.
Y sentenció:
“El PRI está aquí, está más vivo que nunca”.
Por lo pronto, Marlon Ramírez anunció que la renovación de las dirigencias municipales de su partido será mediante la consulta a la base y en todos los casos se distribuirán las posiciones al 50 por ciento entre hombres y mujeres, y los jóvenes tendrán una representación de al menos un 30 por ciento.
Otros vientos empiezan a soplar en el PRI.
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Epílogo.
Este martes se dio a conocer la renuncia de Geiser Manuel Caso Molinari a la Comisión Estatal de Búsqueda, debido a que enfrenta problemas de salud. Caso Molinari ha sido un servidor público con el conocimiento y la sensibilidad que se requieren en los cargos que ha ocupado. Sin duda deja un hueco que será difícil de cubrir. Por lo pronto el gobernador Cuitláhuac García aceptó la renuncia y giró instrucciones para que se realice el procedimiento para la designación de quien habrá de ocupar ese encargo. *** También la titular del Instituto Veracruzano de las Mujeres, Yolanda Olivares, presentó su renuncia al cargo, aunque en su caso no informpo las razones de su decisión. Ya desde hace algunas semanas se habían hecho evidentes las diferencias entre la titular de ese organismo y las autoridades estatales. Valga recordar que Yolanda Olivares accedió al cargo en enero de 2018, con el apoyo del entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. *** El Congreso de Veracruz aprobó este martes la Minuta, sobre las reformas a la Constitución en materia educativa. La bancada del PAN recibió “línea” y votó en contra de la Minuta. Además de la aprobación del Congreso de Veracruz, el documento ha superado las Legislaturas de Morelos, Colima, Tabasco, Zacatecas, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Tlaxcala, Campeche, Chihuahua, Sinaloa y Nayarit.
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