Édgar Hernández* /
¡Fiestas nocturnas y bacanales en las instalaciones DIF donde se ha visto a Fernando Yunes Márquez!
Hace cinco meses –desde que llegó Cuitláhuac García a la gubernatura- que no se surten de manera regular los desayunos fríos y calientes, así como porciones alimentarias que obligadamente se tienen que entregar a más de un millón de niños de maternal, preescolar y escolar, bajo la responsabilidad del DIF estatal.
Son alrededor de 600 mil infantes de los 212 municipios en espera de recibir 278 mil 639 “briks” de leche saborizada, acompañada con una galleta proteinada.
En igual número y situación se encuentran niños menores de 5 años en riesgo, así como la entrega diaria de lunes a viernes, de 80 mil 340 “briks” diarios de leche enriquecida para alumnos del nivel primario.
Bajo el nuevo gobierno tampoco hay cumplimiento de la norma en la entrega de 2 mil 962 despensas mensuales a cocinas para la elaboración de desayunos calientes a favor de 243 mil 514 beneficiarios, y 104 mil 730 despensas mensuales a familias dentro del rubro de Asistencia Alimentaria a Sujetos Vulnerables.
Para la titular del DIF, Verónica Aguilera Tapia, sin embargo, nunca fue un tema de importancia.
Lo relevante para ella son las nuevas licitaciones públicas de mayo y junio; las adjudicaciones directas, las compras de mobiliario, rentas e insumos a fin de gastar el magno presupuesto que tiene asignado el DIF, mismo que rebasa los mil 128 millones de pesos, más grande que el de seis instituciones juntas.
“¡Esos cabrones escuincles se deberían de morir..! ¿Pa´que tantos alimentos balanceados para esos muertos de hambre que vienen de la calle?, se escuchó decir a la funcionaria quien desde su llegada a la institución se llevó a sus “comadres”, 15 mujeres de un barrio pobre de Veracruz donde ella nació y a quienes –según sus propios dichos- “ahora les toca disfrutar el triunfo de la Cuarta Transformación”.
Y así fue.
A las “comadres”, sin conocimiento alguno de cómo atender a niños abandonados o sujetos al mal trato, huérfanos y provenientes de matrimonios disfuncionales en donde su dominador común ha sido la violencia, solo les interesa el salario y regresar a media semana al puerto.
Las “comadres” de Verónica ganan hoy día sueldos entre 41 mil y 87 mil pesos, ya que la directora del DIF no quiso ajustarse al programa de austeridad salarial marcado por el gobernador.
Así que quienes en su vida habían tenido sueldo, ni siquiera empleo o vocación de servicio, difícilmente darían buenos resultados al DIF.
Acaso por ello el pasado jueves, se fugó una menor de uno de los albergues bajo la custodia del DIF al no soportar los malos tratos, golpes y violaciones repetidas.
Por lo que toca a la atención a personas de la tercera edad, con capacidades diferentes, mujeres embarazadas y en etapa de lactancia, madres solteras y familias de migrantes, pasa a segundo término, no son objeto de atención.
Pero sí importa la fiesta.
La institución eventualmente es sede de fiestas y francachelas que terminan en orgías transexuales.
Los vecinos del lugar y veladores de la zona, han sido testigos de los escándalos y riñas a altas horas de la noche y en versión del propio personal de la institución en alguna ocasión se vio llegar al alcalde porteño Fernando Yunes Márquez.
Esa es la vida en el DIF a cinco meses del tan esperado cambio bajo la tutela de Verónica Aguilera Tapia, quien ha llevado todos sus vicios y frustraciones a la institución bajo el lineamiento de un panista, Oscar Lara, hoy responsable del WTC de Boca del Río, quien acorde al mandato de Miguel Angel Yunes, mueve a la institución y sus licitaciones a su antojo.
Lara en tiempos de campaña hizo una jugada hábil: patrocinó en efectivo una parte del periplo de Cuitláhuac García.
El DIF pues, es una institución que ha dado para pagar… y más. Es el lugar donde también manda la “novia” de la directora, los 15 recomendados de extracción panista afines al yunismo y las rémoras de Ana Miriam Ferraez, quien segura de que iría al DIF, envió a su equipo de adelanto mismo que a la llegada de Verónica ya no fue removido de sus posiciones laborales.
El staff de primer nivel de Verónica lo tiene cubierto con sus incondicionales de las áreas de recursos humanos, la administrativa y las subprocuraduría de protección al menor y la jurídica.
Son prácticamente 100 los nuevos aviadores que no tienen idea ni saben nada de los temas DIF.
Son los que desplazaron al personal de confianza y han parado en seco al sindicato arrebatándoles plazas y violando acuerdos laborales y del contrato colectivo de trabajo, lo cual obligó a sus trabajadores a salir a las calles a protestar y enviar cartas abiertas al gobernador Cuitláhuac García.
Venenos que matan.
En el área de recursos humanos del DIF quedaron para el archivo, es decir, para el basurero, decenas de testimonios-denuncia de empleados que de la noche enfermaron e incluso fueron a parar al hospital por envenenamiento.
En las estaciones de café de la institución se comprobó la existencia de arsénico en las cafeteras.
Hoy que el entramado quedó al descubierto y que prácticamente está al borde del abismo, Verónica Aguilera Tapia desde hace dos semanas se retiró de su oficina; solo asiste a aislados compromisos y de acuerdo a la versión de sus allegados “¡Se tiró al trago!”
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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