Una joven mujer de 25 años fue asesinada por hombres armados que esperaron a que saliera de una pastelería, porque fue a preguntar por el precio de un pastel para celebrar el día de las madres, saliendo la asesinaron; y la policía de Hipólito Rodríguez brilló por su ausencia. Por la tarde, en la prolongación del boulevard Diamante un hombre fue asesinado mientras departía con dos damas. En ese lugar la policía también estuvo ausente.
Y así, día con día, semana con semana la violencia aumenta mientras el alcalde sólo tiene excusas, sólo le echa la culpa a los gobiernos anteriores, que es la práctica común de los morenistas. Alguien podría decir que no nos queda de otra que acostumbrarnos a esta violencia cotidiana, pero no queremos acostumbrarnos a la violencia, no debemos acostumbrarnos a la violencia.