Cómo estaría de buena la reunión por los 30 años del Partido de la Revolución Democrática en Veracruz que hasta tuvieron que poner cachirules en la mesa del presidio para que no se viera vacía. Ahí aparece Beto Meza Abud, ex del AVE y de otros partidos, lo mismo que Julio Saldaña. Por supuesto en esa mesa no podía faltar el totem olmeca Manuel Bernal, quien no se quiere despegar de la ubre, por muy poca leche que le dé. En medio de ellos el “Chucho” mayor quien no pudo llegar al Senado; a un lado el “Chucho” menor, Jesús Velázquez.
Por supuesto no podía faltar en la mesa Franco Castán, el muerto vivo, quien no se ha dado cuenta que su partido ya huele a podrido. Por cierto, ningún alcalde perredista estuvo en el festejo, ese es el porqué de los rostros desangelados de estos perredistas, quienes se vieron desairados por sus alcaldes que de plano ya no creen en ellos. Para colmo, piezas importantes del partido renuncian al darse cuenta que los líderes perredistas insisten en sus prácticas antidemocráticas y misóginas. Este 10 de mayo Noreya Portilla Gumecindo, un activo importante, quien alcanzó una votación nutrida siendo candidata a diputada federal por el distrito de Xalapa rural, renunció al partido. Noreya Portilla señala que con esta renuncia ella cierra un ciclo de muchos años en el partido, una institución política en la que se hizo de muchos amigos.
Noreya se va agradecida de las oportunidades que le dieron, se va de un partido donde entregó trabajo y lealtad, que finalmente no fueron bien reconocidos. Se cierra un ciclo para Noreya Portilla, quien por supuesto encontrará mejores oportunidades. Pero para el PRD sólo queda el ostracismo y el olvido.
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