Xalapa, Ver. María, había ido a preguntar por el precio de un pastel para celebrar el Día de las Madres. Cuando salió del local, unos hombres armados le esperaban. Dispararon tres ocasiones en la cabeza. Su cuerpo desvanecido quedó tirado en la banqueta en medio de un charco de sangre. Era una joven mujer. Tenía 25 años de edad. Era mamá de una niña de apenas seis meses de edad. Los hechos ocurrieron a las 10:00 de la mañana en la calle Ramón López Velarde, de la colonia José Vasconcelos en la ciudad de Xalapa. Fue identificada como María Gómez Rebolledo.
“Este 10 de mayo festeja a mamá con un delicioso pastel” se lee en la publicidad de una repostería. Y a lado de este cartel decorado con rosas, quedó el cuerpo de la mujer asesinada. Vestía una blusa color rosado, pantalón azul de mezclilla y tenis blancos. Su pelo con tintes castaños. Los vecinos poco quieren hablar al respecto. El tema de la violencia asusta, aunque dicen ya estar acostumbrados.
Los vecinos del lugar solicitaron apoyo al número de emergencias. Al lugar arribó la policía Estatal y los paramédicos quienes confinaron que María ya no tenía signos vitales. En este mismo lugar en diciembre de 2018, tres jóvenes fueron asesinados, a la altura de la gasolinera que se ubica en López Velarde con Martín Ruiz Guzmán.
Las muertes de López Velarde
El día 08 de marzo 2019, otro muchacho fue asesinado a balazos dentro de un taller mecánico. Su cuerpo quedó sentado en un sillón de este establecimiento ubicado entre las calles Ramón López Velarde y Coatzacoalcos. La colonia Vasconcelos es una de las más peligrosas en la capital veracruzana al igual que Revolución, Jaramillo, Campo de Tiro, Progreso Macuiltépetl, según dato del Plan Municipal de Desarrollo (PMD).
La calle Ramón López Velarde es la vía principal, ahí están instaladas las áreas comerciales. Cibercafés, panadería, pastelería, ferreterías, carnicerías, tiendas de abarrotes y un sin número de talleres mecánicos.
Esta colonia colinda con otras, también consideradas de alto riesgo por la violencia, entre ellas Campo de Tiro, Culturas Mexicanas, El Moral, 16 de Septiembre, Portón Colorado y La Haciendita. Los vecinos poco quieren contar. Dicen ya estar acostumbrados a los casos de inseguridad. “Donde quiera hay. Tenemos 25 años de vivir aquí y somos personas que no nos metemos con nadie”, narra una vendedora de mangos.
Continúa “no es un lugar malo. Es una zona comercial, son puros locales” y dice estar tranquila porque no presenció el asesinato. “Yo no estaba. Me fui al festival de mis niñas y no nos tocó. Es un susto y da miedo”. A las 14:00 horas el operativo policiaco ya había concluido. La escena del crimen había sido “limpiada”. Se observaba una sustancia polvosa en color blanco que al absorber el agua obtiene tonalidades amarillentas. La cinta amarilla de precaución estaba rota y tirada “echa bola” en la esquina de la banqueta donde María fue asesinada.
La gente a esa hora se había reactivado al igual que el comercio, pero no la tensión, pues el miedo seguía intacto en cada uno de los vecinos quienes atienden los establecimientos pero con mucha precaución y sin dejar de mirar hacia la mancha y el cartel que dice en letras mayúsculas… “Felicidades madrecitas en su día”.
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