Para esto se requerirá voluntad de parte de los maestros, sobre todo honestidad para reconocer los campos que se tengan que mejorar. Ojalá que este gobierno no se escude en los niños y niñas para mantener controlado al magisterio y no haya sorpresas en las Leyes Secundarias, que se tendrán que discutir en pocos días.
Por lo pronto, Esteban Moctezuma está empecinado en que no desaparezcan las evaluaciones docentes, es cierto que ya no existe el espíritu punitivo y la palabra “permanencia” ha desaparecido por completo, sin embargo, la evaluación para ingreso y promoción no acaba de convencer al magisterio mexicano. Ya veremos más adelante si no salen que es la misma gata, pero revolcada.