Lo grave aquí es que el gobernador Cuitláhuac García, de manera muy categórica y responsable, acusó directamente al fiscal de ser un encubridor. De acuerdo con el Código Penal del estado de Veracruz, de haber incurrido en encubrimiento al fiscal «se le impondrán de dos a seis años de prisión y multa hasta de trescientos días de salario. Si el delito se comete con ánimo de lucro, la prisión será de cuatro a nueve años y la multa hasta de quinientos días de salario».
Pero en caso de que el gobernador esté haciendo acusaciones falsas, también se le podrían fincar responsabilidades, sobre todo porque estamos hablando de un servidor público que no debe tomar a la ligera ese tipo de acusaciones. Hasta el momento seguimos esperando a que el gobernador aporte pruebas; en caso de que no las tenga, esperamos a que recule, como ya lo ha hecho en otros casos. ¡Así de responsable el Cuic!