Cabe mencionar las declaraciones que previo a esto dijo el dueño del lugar: «Soy el dueño, y yo puedo correr a quien se me hinche el huevo». A lo que la pareja preguntó ¿por qué?, y el sujeto respondió: «Porque andan puteando. De la manita no te puedo atender». Los hechos continuaron cerca de la acera, frente al establecimiento donde un sujeto relacionado al restaurante intentó arreglar la situación, cosa que no logró. La pareja narró los sucesos diciendo: «El señor dijo que a él no le gustaba eso. Recalco dos veces, que él no daba el servicio, que él estaba en contra».
De un momento a otro, cual totola vieja, el dueño del local salió a decir: «Esto es propiedad privada. Yo dejo entrar a quien sea, nada más quiero que se vayan. Nunca más van a volver a entrar aquí». Lo interesante del video es también el aparente estado de ebriedad bajo el que parece estar este individuo. Esta situación, claramente nos muestra la poca tolerancia que aún conservan muchos, quienes al parecer siguen viviendo en la edad de las cavernas.
La discriminación de algunos parece permanecer como un virus latente que sólo espera una oportunidad para manifestarse y atacar. Aún a pesar de los esfuerzos que se han hecho para erradicar este tipo de situaciones, parece que, lamentablemente, las parejas con esta inclinación sexual tendrán que seguir soportando cosas así por un tiempo más.