Mientras el gobierno no explique a la opinión pública cómo estuvo la compra de las patrullas Ford F-15, los ciudadanos seguiremos creyendo que la compra fraudulenta de camionetas que debieron costar 600 mil pesos o un poco más, hayan sido pagadas a un millón 300 mil pesos. Vale mencionar que la información del costo de las camionetas Ford F-150 salió de la boca “responsable” del propio gobernador. 208 millones de pesos para 160 camionetas; hasta presumió que se ahorraron 17 mil pesos por unidad.
No contó el “responsable” gobernador que los veracruzanos sabemos hacer cuentas y que 208 millones entre 160 da como resultado un millón 300 mil pesos. Lo que no esperaba el gobernador ni su primo Eleazar Guerrero es que los ciudadanos podíamos preguntar o verificar el precio de las camionetas a la empresa Ford, o en su página web.
No es poca cosa este desfalco, sobre todo porque hablamos de la compra de una herramienta que se utilizará para detener a delincuentes, pero si de origen, la compra la hizo un delincuente, entonces se forma una paradoja de corrupción que se podrá repetir si el gobernador no hace nada. Y como se trata del primo incómodo, pues Cuic no hará nada.
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