Pocos pueden decir con certeza que entienden a alguien que padece depresión si no han pasado por este calvario. Y es que la depresión es un trastorno mental muy frecuente que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo.
Esta enfermedad se diagnostica más a mujeres, aunque puede afectar a todo tipo de personas en cualquier edad. Aunque hay casos de depresión infantil, la depresión normalmente comienza en la adolescencia o entre los 20 y los 40 años. Es causa de un gran sufrimiento personal y consigue alterar las actividades laborales, escolares y familiares de quienes la padecen.
Es la principal causa mundial de discapacidad y en el peor de los casos puede llevar al suicidio. Tener parientes consanguíneos que hayan padecido este trastorno se ha apuntado como un factor de riesgo. Si usted nota que su pareja o algún familiar quiere pasar mucho tiempo aislado de los demás, si descuida su aseo personal y su alimentación es infrecuente, éstos podrían ser síntomas de un cuadro de depresión.
Usted puede contribuir escuchándolos cuando quieran hablar, preguntando sin juzgar y sobre todo saber escuchar. Con ayuda médica, comprensión y mucha paciencia se puede avanzar para, por lo menos, comprender más este mal.
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