Una versión del caso señala que el problema se dio cuando los que iban a practicar el rito a un lugar llamado Ojo de Agua, pidieron a un niño de 10 años de Playa Santa para que los guiara. Los pobladores, al percatarse de que el niño no estaba, tomaron a los del ritual como secuestradores. A pesar de que la autoridad se presentó y pidió que entregaran a los detenidos para que fueran investigados y juzgados de acuerdo con la ley, los supuestos autodefensas no escucharon el llamado de la autoridad y procedieron a ejecutar a tres de los detenidos: un taxista, “El Brujo” y un petrolero de Jalapa, Tabasco.
Por supuesto, es lamentable lo ocurrido. No se puede celebrar que las personas tomen la justicia por su propia mano. Sin embargo, merece la pena reflexionar en las razones que tuvieron los pobladores, los supuestos autodefensas, para cometer ese crimen; porque sin duda es un crimen por parte de los que ejecutaron a las tres personas. Vale mencionar que en la zona de Las Choapas no hay semana en que no se dé un acto criminal.