¿Cómo informar sobre la muerte de Maricela Vallejo Orea, alcaldesa de Mixtla de Altamirano, de su esposo Efrén Zopiyactle Tlaxcaltecatl, y de chofer del vehículo en que viajaban sin magnificar el drama? ¿Cómo decir, sin ofender a las buenas consciencias, que un comando armado cazó y ejecutó en su vehículo a esta mujer que semanas antes se había pronunciado en contra de la violencia a las mujeres? ¿Maestra Gloria Sánchez, guíe nuestra pluma y díganos como matizar estos hechos de violencia? ¿Qué eufemismos debemos usar? ¿Acaso deberíamos iniciar diciendo que diosito necesitaba en el cielo a tres angelitos y por eso se los llevó para que nos cuiden desde allá? ¿Verdad que no se puede?
Al final, la realidad se impone, por eso no puede uno reñir con la realidad no tratar de ocultar el sol con un dedo. El artero asesinato de la alcaldesa se suma a los hechos violentos que se viven en Veracruz, hechos sí, que son la consecuencia de malas administraciones, de gobiernos que pactaron con el crimen organizado, de policías coludidas con los malhechores, de una sociedad apática que sólo respinga cuando escucha el tiro.
Pero este es el estado que hoy gobiernan, aquí nos tocó vivir, aquí les tocó gobernar. Maestra Gloria, en este momento la responsabilidad es suya, es de su gobernador inepto y de su secretario de Gobierno, responsable directo de la política interior del estado. No diga que magnificamos el drama, cuando el drama toma ya visos de tragedia.
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