El segundo mensaje es para los veracruzanos. Vamos a tener que aguantar las ineptitudes de un gobernador rencoroso, ineficiente y poco inteligente; un gobernador omiso al que ya varios de sus secretarios rebasan. Un gobernador que va a seguir echándole la culpa a los gobiernos anteriores, que va a buscar excusas. No hace bien ni al país ni al estado el que el presidente diga que tenemos un gobernador honrado, un gobernador que no tiene mala entraña, cuando los que vivimos en Veracruz nos damos cuenta de lo contrario.
Es cierto que cuatro meses son pocos para exigir resultados totales, es poco tiempo para exigir que no haya más violencia en las ciudades; pero al menos se esperaría que en estos cuatro meses los indicadores de incidencia de la violencia mostraran una disminución en los crímenes. Pero no han disminuido, antes bien aumentaron. Mal augurio para Veracruz la visita de AMLO.