Arturo Reyes Isidoro / Hace casi una semana, el 16 de abril, en plena Semana Santa cuando se supone que debía prevalecer el espíritu de conciliación y reconciliación, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez confirmó lo que un día antes había denunciado el fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz: que lo había excluido de las reuniones de seguridad de la semana pasada y de la que encabezará este lunes en el puerto de Veracruz el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El gobernante dijo que solicitaría a la Mesa de Seguridad Nacional que el fiscal quedara fuera de la reunión debido a “las dudas” sobre su actuación y de sus fiscales regionales en el sur al actuar de manera “sospechosa” ante detenciones de delincuentes, y que solo asista cuando él lo considere conveniente. Aclaró que no pedía al gobierno federal removerlo sino que se reestructurara la Mesa Estatal de Seguridad (el gobierno federal no tiene ninguna facultad legal para hacerlo).
“Yo voy a dar los argumentos en la Mesa Nacional de porqué el fiscal pasa a ser un invitado no permanente de la Mesa Estatal, esa decisión la tomó un servidor y la consulté con el secretario de Seguridad Pública Nacional (Alfonso Durazo Montaño) y a él le pareció, de acuerdo los argumentos que mostré, y seguirá siendo parte importante el fiscal en lo que le corresponde en procuración de Justicia, como invitado, porque es importante que dé información crucial para hacer políticas de seguridad pública (?)”, explicó Cuitláhuac.
Sin embargo, contrario a esta afirmación, la tarde del sábado pasado, ante un tuit de la diputada federal Martha Tagle, de Movimiento Ciudadano, en el que dijo que “Minatitlán es el reflejo de una terrible realidad de violencia e inseguridad, de descomposición del tejido social”, Durazo coincidió con ella y respondió que: “En este desafío debemos trascender diferencias democráticas legítimas e impulsar un espacio para coincidencias sin regateos de todos los poderes y niveles de gobierno del Estado mexicano. Tal es el enfoque que impulsamos. Toda participación es bienvenida”.
Así, pues, mientras uno dice que Durazo aprobó la exclusión del fiscal, el propio Durazo se manifiesta incluyente. ¿A quién creerle?
Pero ni el recogimiento espiritual que debió prevalecer en Semana Santa ni el dolor de los deudos de las víctimas de la masacre de Minatitlán evitó que tanto el gobernador como el secretario de Gobierno cesaran su pleito con el fiscal Winckler, a quien poco faltó para que lo responsabilizaran de lo sucedido.
El secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, fue quien más equilibradamente se mostró, pues fue el único que solicitó respetuosamente “la colaboración de la @FGE_Veracruz a fin de realizar el proceso de investigación correspondiente”.
Incluso se mostró más sensible al enviar sus “más sentidas condolencias a familiares de las víctimas” y expresar su “solidaridad con los heridos”, reiterándoles su “compromiso para dar con los responsables de este reprobable hecho”.
Cuitlahuac García tuiteó: “Acabo de concluir una reunión de emergencia para atender los lamentables y condenables hechos en el sur. En el grupo de Seguridad se activó operativo para dar con los responsables. No habrá impunidad a pesar de las eternas investigaciones de la FGE. Seguiremos con más detenciones”.
Eric Cisneros dijo a su vez: “Hace unos minutos concluimos la reunión de emergencia para atender los condenables hechos de violencia en Minatitlán. En el @GobiernoVer no vamos a parar hasta encontrar a los responsables, a pesar de que la @FGE_Veracruz ni investiga ni resuelve. No habrá impunidad”.
La tragedia, pues, con sus víctimas, utilizada como pretexto para atizar un pleito político. Ni siquiera la sangre derramada, de víctimas inocentes, sirvió para guardar un minuto de silencio en memoria de quienes perdieron la vida, mujeres, hombres y niños.
Es posible que este lunes quede claro para los veracruzanos si el presidente López Obrador respalda en su decisión a Cuitláhuac García y se mantiene la exclusión y el pleito, o invita a la reunión a Jorge Winckler y hace un llamado a la coordinación y el trabajo conjunto.
La reacción de Winckler
Ante las “dudas” y “sospechas” de las que habló el gobernador, el fiscal general reaccionó invitándolo a que presente una denuncia en su contra si cuenta con elementos sobre actos ilegales. “… si hubiera algo malo están las instancias correspondientes para que presente sus quejas y denuncias”.
Sobre la no invitación a la reunión de este lunes, dijo: “no entraré en controversias, me dedico a trabajar para dar resultados para los veracruzanos en materia de procuración de justicia”.
Criticaron a AMLO por ignorar la masacre
El presidente López Obrador recibió fuertes críticas porque ni la noche de los hechos ni el sábado salió a condenar la masacre de Minatitlán ni a solidarizarse con las familias de las víctimas, no obstante que se dice veracruzano. No quiso interrumpir sus días de descanso por Semana Santa.
Apenas ayer domingo en el puerto de Veracruz, 48 horas después, lamentó los “asesinatos viles” pero buscó justificar la ineficacia de su política de seguridad al acusar que “todo… es fruto podrido… herencia… cochinero que nos dejaron”, responsabilizando a “la aplicación de una política económica antipopular y entreguista”. Según él, con la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas van a “serenar a Veracruz y al país entero”.
Minatitleca, la Secretaria de Turismo, ausente
Ante la masacre en su ciudad de origen, la secretaria de Turismo del gobierno del Estado, Xóchitl Arbesú Lago, prefirió seguir de vacaciones, estuvo ausente y dio muestras de su total insensibilidad con sus paisanos a quienes ni siquiera envió un mensaje de condolencias y solidaridad.
De por sí ella no es bien querida por los habitantes de Minatitlán pues se recuerda que en 2017 aspiró a ser candidata a presidenta municipal de Morena pero fue rechazada por la militancia que se negó a postularla y entró en su lugar Nicolás Reyes Álvarez.
No se observa alguna estrategia: la Iglesia
En su comunicado dominical, la Arquidiócesis de Xalapa dijo que la alegría de la comunidad cristiana por las fiestas de la pascua contrastaba “lamentablemente con otra realidad que lastima y llena de miedo a la sociedad… el ambiente de muerte que está presente de forma innegable en toda la entidad veracruzana”.
Suscrito por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, se agregó que: “Como una gran loza que no se ha podido remover de las espaldas de los ciudadanos, la violencia no disminuye y no se observa alguna estrategia que al menos la contenga. Los índices de muertes, secuestros y asaltos a mano armada se han disparado. Nadie se siente seguro. Necesitamos también resucitar, vencer la cultura de muerte que ensombrece los hogares y llena de miedo a los ciudadanos”.
“Vemos con tristeza cómo las heridas de la muerte siguen causando estragos entre la población. Cada día van en aumento las víctimas. Expresamos nuestra cercanía a todos aquellos que han sufrido a causa de la violencia, a quienes han vivido la pérdida de algún familiar, o a quienes tienen familiares secuestrados o desaparecidos. A las madres que han perdido algún hijo, oramos a Dios para que pronto encuentren el consuelo y la paz. Manifestamos nuestra solidaridad a todos los que viven esta noche oscura y anhelamos que pronto llegue la claridad”.
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