La maestra no es ninguna improvisada, conoce perfectamente el engranaje del sistema, es cierto que ahora hay otro contexto y una manera muy diferente de gobernar, sin embargo, su refinado olfato político le permite detectar un vacío de poder en el SNTE. Sabe que la ilegitimidad del actual Comité Ejecutivo Nacional y de la mayoría de los comités estatales son su mayor debilidad, sin contar su falta de arrestos para defender a los maestros contra la mal llamada Reforma Educativa.
Por eso las pretensiones de la 4T de darle paso a la democratización sindical, son oxígeno puro para la líder chiapaneca. Sabe que no se puede dejar pasar esta oportunidad que dará paso a un verdadero relevo generacional, sangre nueva en todas las secciones del país.
Por esa razón, el SNTE necesita del liderazgo de Elba Esther Gordillo Morales, una líder que está dispuesta a pasar por el riguroso escrutinio de las urnas electorales magisteriales. No hay miedo, hay convicción de ganar en el proyecto de redignificación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Al menos eso deja ver la maestra Elba Esther Gordillo Morales.