Se imagina usted que no pueda salir a un restaurante público o ir a una plaza comercial a ver una película o a comprar algún artículo sin lograr pasar desapercibido. Y que en lugar de que le pidan un autógrafo o le soliciten una selfie, sea usted víctima del rechazo y del oprobio de la gente. Pues así anda Aurelio Nuño Mayer, el exsecretario de Educación durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Resulta que este exfuncionario no puede andar por las calles con tranquilidad. La última vez que se le vio en público, un grupo de personas lo señalaron como el autor de las campañas de degradación y ataques a los maestros. Lo insultaron y tuvo que esconderse.
Y es que este rechazo no es gratuito, los maestros tienen muy buena memoria y recuerdan que Nuño Mayer fue la punta de lanza de la peor campaña mediática contra el magisterio mexicano. Se sabe que tan sólo en el año 2017, la SEP, bajo la tutela de Nuño Mayer, gastó cinco millones 300 mil pesos diarios en publicidad que se usó para lesionar la imagen magisterial. En contraste, con López Obrador, en este 2019 la dependencia presupuestó tan solo 5 millones en todo el año.
Por tal motivo, no dude usted que Aurelio Nuño Mayer en estos días santos se esté encomendado al de arriba para que los expedientes que tiene en su poder la Auditoria Superior de la Federación (ASF) en su contra, se hagan perdedizos, como el expediente de su archienemiga, la ahora poderosa Elba Esther Gordillo Morales, quien por cierto se la tiene jurada al egresado de la Ibero. Pues no dude que en muy poco tiempo se comience a escuchar el nombre de Aurelio Nuño Mayer, y no precisamente para ocupar algún puesto, sino para ser inquilino de algún penal.
Comentarios