Los habitantes de ese barrio, eligen a un varón que mida más de 1.75 metros de altura, que sea católico, que haya realizado el sacramento de la primera comunión, que muestre buena conducta, que no tenga tatuajes ni perforaciones, vicios o adiciones, que goce de buena salud, que tenga excelente condición física, que tenga a la mano copia de su comprobante domiciliario y del CURP, además de poder sufragar gastos personales (estimados entre 300 y 2 mil pesos).
Para ser el protagonista de la recreación del viacrucis de Cristo en el Cerro de la Estrella, el hombre debe ensayar 13 domingos previos y de paso, dejarse crecer el cabello, pues si no coincide con el color, hasta se lo pintan. La idea es que se parezca lo mayormente posible a Jesús de Nazareth.