Representar el papel de Jesús en el tradicional viacrucis de Iztapalapa exige a los aspirantes a seguir una serie de requisitos, similares a un concurso de belleza. Desde ser mayor de edad, tener los 18 años cumplidos y hasta no tener hijos, ni estar casado o comprometido. Y es que cada año, en Semana Santa, este barrio ubicado en la Ciudad de México se llena de feligreses y vecinos que representan una de las tradiciones más fuertes en la fe católica, pues recordar el sufrimiento del Rey de los Judíos y la liberación de Barrabás es algo emblemático de estas fechas.
Los habitantes de ese barrio, eligen a un varón que mida más de 1.75 metros de altura, que sea católico, que haya realizado el sacramento de la primera comunión, que muestre buena conducta, que no tenga tatuajes ni perforaciones, vicios o adiciones, que goce de buena salud, que tenga excelente condición física, que tenga a la mano copia de su comprobante domiciliario y del CURP, además de poder sufragar gastos personales (estimados entre 300 y 2 mil pesos).
Para ser el protagonista de la recreación del viacrucis de Cristo en el Cerro de la Estrella, el hombre debe ensayar 13 domingos previos y de paso, dejarse crecer el cabello, pues si no coincide con el color, hasta se lo pintan. La idea es que se parezca lo mayormente posible a Jesús de Nazareth.
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