El fiscal por su parte toma sus cosas y se va a buscar fiesta a otro lado. Winckler mismo declaró: «No he sido convocado; la mesa central de seguridad aquí en Veracruz quien convoca es el Gobernador y él me dijo que yo no estuviera presente en esas reuniones; esta semana, ni el día lunes. Si el Presidente me invita obviamente asistiré y si no pues ya no quiero pasar el ridículo que viví en Coatzacoalcos. A mí formalmente me dijo el Gobernador que no estábamos convocados a la reunión de seguridad ni hoy lunes, ni mañana martes ni el miércoles, ni tampoco el 22».
Ese es el gobernador que tiene Veracruz, ese gobernador que ya está dando de qué hablar en los círculos políticos y periodísticos de la Ciudad de México; ese gobernador que no puede desarrollar un discurso coherente, que confunde la historia con la histeria, la urbanidad con la descortesía, la gimnasia con la magnesia.