Tal parece que al presidente Andrés Manuel López Obrador no le hizo ninguna gracia lo declarado por la maestra Elba Esther Gordillo Morales, al señalar que la Reforma Educativa de la cuarta transformación podría ser la misma gata, pero revolcada. Y es que el experimentado olfato político de la maestra Gordillo y los sospechosos aplausos de grupos empresariales como Mexicanos Primero y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) cuando se aprobó el dictamen en San Lázaro, prendieron los focos de alarma en la CNTE y en el búnker gordillista.
Algunos miembros del Gobierno Federal han señalado que la CNTE pretende tener el control de las plazas magisteriales, algo que la Coordinadora ha negado categóricamente. Y es que algunos investigadores han señalado que, aunque la evaluación sea eliminada de la nueva reforma, el examen seguirá vigente, aunque éste ya no condicionará la permanencia docente, será necesaria su existencia según criterio de las autoridades educativas.
Por otro lado, la experimentada líder magisterial, Elba Esther Gordillo, buscará que se respeten los derechos escalafonarios de los maestros y que regrese un sistema de promoción semejante al de Carrera Magisterial. Es cierto que aún no tiene representación legal al frente del SNTE, no obstante, su capital político ha crecido después de su salida de la cárcel.
Lo cierto es que el camino para la cancelación de la mal llamada Reforma Educativa y el nacimiento de la nueva, se está empantanando. Esteban Moctezuma tiene frente a dos pesos pesados, fogueados y experimentados en las lides de negociación. Ya se verá qué pasa después del periodo vacacional. Por cierto, Alfonso Cepeda Salas sólo es un mirón de palo.
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