Así estuvo funcionando esta oficina, sin problemas y sin afectar el trabajo que realizan, hasta el pasado mes de marzo cuando la López Guzmán, quién en la administración pasada con Enrique Márquez mencionó a uno de sus empleados cercanos: «Por qué tienen estos horarios, pues de qué privilegio gozan». Ya desde ese momento mostraba su inconformidad pero no pudo cambiarles el horario ya que no encontró una oportunidad para hacerlo, hasta el pasado mes de marzo donde tomó como pretexto los Lineamientos Generales de Austeridad, esta ley en el artículo 17 dice: «Con el objeto de favorecer la eficiencia y eficacia del gasto público, lograr la obtención de economías presupuestales y favorecer el desarrollo personal, calidad de vida y tiempo libre de los servidores públicos de las Dependencias y Entidades, por regla general el horario de labores estará comprendido entre las ocho y las dieciocho horas, de lunes a viernes».
Haciendo una interpretación errónea de este artículo, ya que claramente dice: «por regla general el horario de labores estará comprendido entre las ocho y las dieciocho horas, de lunes a viernes»” (el horario anterior estaba dentro de este rango) quitó el horario corrido que tenían estos empleados, les aumentó la hora de comida y les cambio la hora de entrada quedando de 09:00 horas a 18:00 horas. Con esta medida ahora los empleados tienen que destinar 12 horas de su día para cumplir con su jornada laboral y destinar más recursos económicos ya que deben tomar dos, y en algunos casos tres, autobuses de ida y el mismo número de regreso, también, tomar alimentos en Coatepec; contradiciendo justamente lo que dice el artículo antes mencionado (favorecer el desarrollo personal, calidad de vida y tiempo libre de los servidores públicos) y golpeando de manera significativa su economía.