Cada vez más personas prefieren desafiar a la muerte e intentar suicidarse en la entidad veracruzana. Aunque se desconocen a ciencia cierta los motivos, algunos especialistas manifiestan que mucho influye el estrés y la depresión. Sin duda, estos trastornos también podrían ser causados por las precarias condiciones de vida existentes en el estado, resultado de gobiernos fallidos que despertaron la esperanza de los ciudadanos, prometieron una transformación y resultó ser “la misma gata pero revolcada“. Y es que la noche del lunes 8 de abril, un sujeto se encontraba sentado a la orilla de un puente de la avenida Lázaro Cárdenas, observando el flujo vehicular y con intenciones de aventarse.
Los hechos ocurrieron alrededor de las nueve de la noche, a la altura de la avenida Miguel Alemán, cuando unos policías estatales lo observaron en esa condición. Por ello, se acercaron y dialogaron con él para exhortaron a que no se arrojara del puente, ubicado en la vía de comunicación más importante de la capital del estado; inmediatamente fue auxiliado y canalizado para su atención psicológica. De acuerdo con el psiquiatra Rodrigo Morales García, jefe de Consulta Externa del Instituto Veracruzano de la Salud Mental “Doctor Rafael Velasco Fernández”, cerca de 500 personas se suicidan al año en Veracruz, siendo los casos más frecuentes en jovenes de entre 15 y 24 años. Además de que la tasa anual de suicidios en Veracruz es de 3.6 por cada 100 mil habitantes y por cada suicidio hay cinco intentos que no se consuman.
Aunque este problema se da por factores sociales, personales, económicos y de otra índole, seguramente la falta de oportunidades también motiva a las personas a acabar con su vida. Y es que la administración de Cuitláhuac García Jiménez es un claro ejemplo de gobiernos morenistas incapaces de mejorar la seguridad, crear nuevas fuentes de empleo y garantizar una vida digna a los veracruzanos.
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