Poco después de iniciar su rutina, Samantha Cerio recorrió la pista de suelo para finalizar con un giro doble. Sin embargo, el resultado no fue el esperado, ya que la gimnasta no logró aterrizar debidamente. Sus talones fueron los que chocaron contra el piso, lo cual provocó una reacción en cadena impulsando su cuerpo hacia al frente. No obstante, sus piernas no soportaron tal impulso y sus rodillas colapsaron en sentido opuesto. Una vez en el hospital se diagnosticó que ambas rodillas se dislocaron, también sufrió fractura de tibia y peroné en ambas piernas y ruptura de varios ligamentos.
A pesar de esto, Samantha publicó en su cuenta de Instagram lo siguiente: «Ha sido mi última noche como gimnasta. No podría estar más orgullosa de la persona que la gimnasia me ha hecho ser. Me enseñó trabajo duro, humildad, integridad y dedicación», a lo cual también agregó, «puede que mi carrera no haya terminado como tenía planeado… pero nada sale como una planea». Esto nos muestra que ninguna disciplina se salva de este tipo de percances, por más preparación física que se tenga y por más sencillo que los atletas hagan ver la práctica de su deporte.