El gobierno de Fidel Herrera, en contubernio con la Sección 32 del SNTE, permitieron que empresas usureras vendieran artículos electrónicos, pantallas, computadoras y hasta refrigeradores a los maestros y a otros empelados de gobierno. El método parecía de lo más sencillo. Mediante un convenio en el que participaba la Sección 32, Finanzas y la empresa usurera, se llegaba al acuerdo de que Finanzas descontaría cada mes un monto especificado en la compra, monto que sería entregado mes con mes a la empresa usurera. Todos salían beneficiados, la Sección 32 se llevaba su mochada, Finanzas se llevaba su mochada y la empresa usurera vendía los artículos a precios desorbitantes; el único jodido era el comprador.
Como ejemplo, una Laptop que en el mercado podría estar en seis mil pesos, terminaba costando 18 mil pesos al final de 24 meses. Esta fórmula se repitió en el gobierno de Javier Duarte, quien por cierto se llevó al baile a muchas de estas empresas, pues lo que se le descontaba al maestro no era entregado a las empresas usureras, Finanzas se lo quedó; de ahí que, al fin del sexenio, empresas como Intermercado terminaran denunciando al gobierno de Javier Duarte y luego al de Miguel Ángel Yunes Linares, quien no quiso renovarles la concesión de venta a esta empresa.
Pues ahora Cuitláhuac García ya está en negociaciones con Grupo Chedraui para hacer usura y con ello dañar la economía de miles de trabajadores de gobierno que se engancharán con deudas que terminarán pagando al mil por ciento. Por supuesto, si se hace el convenio, todos se llevarán su mochada, el gobernador, Finanzas y hasta la SEV. Pues no que muy honrada la Cuarta Transformación.
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