Por un lado, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha impedido el trabajo de los diputados federales, quienes buscan abrogar la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto y por otro lado la maestra Elba Esther no está muy contenta con lo que ella llama la Reformita Educativa, «la misma gata, pero revolcadita». En otro frente, el presidente de México tiene encima a los diputados de oposición que están cansados de dar tanto consentimiento a la CNTE; dicen que la CNTE está chantajeando a la Presidencia.
Al parecer, esta situación ya cansó a Andrés Manuel López Obrador quien de plano les dijo: «Si se llega por el camino del diálogo a un acuerdo extraordinario, si no, voy a proponer la cancelación, voy a cuidar bien de cómo estaba antes la política educativa de la reforma que llevaron a cabo, la mal llamada reforma educativa y voy a dejar las cosas como estaban».
Cabe mencionar que una de las banderas de la Cuarta Transformación es la abrogación de la Reforma Educativa, es un compromiso de López Obrador con los maestros de México. Es por ello que nos preguntamos si sería capaz el presidente de regresar las cosas como antes, a esa reforma punitiva, esa reforma laboral, esa reforma injusta. ¿Sería capaz?
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