El inexperto funcionario pensó que sería muy fácil presentarse a la Fiscalía a denunciar supuestos hechos de corrupción en la administración pasada. Pues ya se dio cuenta que, para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta. Y para mala fortuna del novel funcionario, él tiene varias cuentas pendientes con la ley.
Se sabe que la toma del Congreso fue comandada por él, ya que en ese momento disfrutaba del fuero que le proporcionaba su cargo como diputado. Esa madrugada, Escobar García se presentó con sus amigos stripper y con la ayuda de golpeadores profesionales tomaron el congreso local.
Hoy que no disfruta de fuero, el secretario de Educación sabe que no la tendrá fácil. Sabe que tendrá que pedir el apoyo de su íntimo amigo, Cuitláhuac García, para que la pueda librar. Bien dice el dicho que la puerca más flaca, es la primera que rompe el chiquero.
