La foto del primer cheque que el gobierno de Veracruz paga a empresarios con los que se tiene compromiso de deuda es muy significativa. En ella aparece el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, la contralora Leslie Garibo Puga, ambos con una sonrisa complaciente. Recibiendo el cheque de los ocho millones está Ramón Galindo Ramos, empresario que participó en licitaciones hasta de botargas e impresiones de documentos para el seguro popular. La sonrisa de Ramos Galindo más que de satisfacción, es de alivio, él sabe que de lo perdido lo que caiga.
Quizá su sonrisa no es plena porque atrás de él está Eleazar Guerrero, el primo de Cuitláhuac García, el “nipote” del profe Atanasio. Eleazar no sonríe, pero si pudiera se estaría relamiendo los labios. Lima Franco le quitó de encima a todos los coyotes del Congreso que ya estaban operando para esquilmar a los “empresarios oveja” que reclaman el pago de deuda. De un plumazo Lima Franco también le quitó de encima a esos empresarios que invitaban desayunos y que ya estaban corriendo la voz de que era mediante ellos que se iba a cobrar la deuda.
Lima Franco dejó toda la operación de coyotaje a Eleazar Guerrero. De buena fuente se sabe que es el 20 por ciento lo que están cobrando en Finanzas para destrabar deuda. Los empresarios han jurado no decir nada, pero los amigos de esos empresarios, que escuchan las mentadas de madre que sueltan los empresarios, esos no han jurado silencio y están filtrando los arreglos en lo oscurito: «Hijos de la chingada, resultaron peores que los priistas».
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