El creer en una nueva Reforma Educativa que sea integral, inclusiva, científica y democrática, es un verdadero acto de fe. Para pode juzgarla y ver si es eficaz para las necesidades de los alumnos, será necesario conocer plenamente sus leyes secundarias. Hasta este momento hay más dudas e incertidumbre. Los maestros aún no saben si los talleres regresarán a las escuelas secundarias técnicas, si la evaluación del alumno cambiará por completo y si, finalmente, desaparecerán los dichos clubes escolares.
Tal pareciera que es la misma gata, pero revolcada; y es que algunos analistas señalan que la actual reforma sólo eliminó al INEE y la Evaluación Docente que condicionaba la permanencia de los maestros. Lo que de alguna manera apacigua las cosas es saber que, dentro de estas comisiones de discusión, se encuentran maestros que son diputados. Es más, la propia presidenta de la Comisión de Educación del Congreso Federal es maestra.
Sin embargo, en el aspecto laboral es necesario conocer si el acceso a las nuevas plazas será solamente para normalistas o seguirá abierta la alternativa para egresados de las universidades públicas. También, aún no queda bien definido el aspecto de la promoción docente y el mecanismo a plazas directivas. Ojalá y se acelere este proceso, es por bien de los maestros, pero sobre todo, para el beneficio de la niñez mexicana.
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